#SeriesdeMiedo

Dorohedoro

Serie de animación japonesa creada por Yûichirô Hayashi que presenta un imaginario extremadamente violento y demencial, muy cercano al cyberpunk y al body horror de películas como «Tetsuo, el hombre de hierro (1989)», sobre una ciudad decrépita y sucia, donde una élite de brujos llevan a cabo sus prácticas mágicas sobre sus habitantes.

Título original: Dorohedoro (JAP, 2020) Color, 12 episodios.
Creador: Yûichirô Hayashi
Reparto: Wataru Takagi, Reina Kondou, Ken’yû Horiuchi, Yoshimasa Hosoya

★★✰✰

Uno de los animes más bizarros y violentos de los últimos años, basado en el manga homónimo de Q Hayashida, sobre la guerra iniciada entre dos mundos paralelos: uno superior controlado por un dictatorial e implacable brujo que devora las almas de quienes se le oponen; y el Hoyo, un mundo de humanos, decrépito y contaminado, cuyos habitantes son tratados como ratas de laboratorio por los brujos del mundo superior, quienes practican sus conjuros de magia sobre ellos. Y en el epicentro de este conflicto se encuentran Caiman, un humano con cabeza de cocodrilo que ha perdido la memoria tras un encuentro con un misterioso brujo, y Nikaido, una cocinera experta en artes marciales empeñada en ayudar a Caiman a recuperar su memoria.

Dejando al margen su argumento complicado y demencial, Dorohedoro es una hábil combinación de la estética cyberpunk, tan habitual en el cine de animación japonés, desde el tremendo éxito de Akira (1988) , y la violencia más grotesca que se pueda imaginar. Y todo ello aderezado con una denuncia social sobre la diferencia de clases que no tiene nada de sutil, sino todo lo contrario, pues Yûichirô Hayashi, un realizador de animación japonés conocido por Kakegurui (TV, 2017-2019) , hace un admirable trabajo a la hora de plasmar la opresión violenta y empapada de sangre en la que viven los habitantes del Hoyo.

Aunque, Dorohedoro cae en los mismos errores habituales de la infinidad de series de animación japonesa que pululan por las cadenas televisivas del mundo entero: animación pobre, situaciones demenciales imposibles de digerir y un humor grueso algo alejado del paladar del público mayoritario. Todo ello es rápidamente disculpado por lo terriblemente divertido y cautivador que resulta el elenco de personajes trastornados que presenta.

Sin duda, Dorohedoro es un memorable estreno de Netflix, violento y realmente bien escrito, que pide a gritos una nueva temporada con la que deleitar a los numerosos aficionados al anime.