Compositor: Joseph Bishara
Discográfica: Sony Music Entertainment ©2019
Duración: 19 canciones, 42 mins.
Joseph Bishara es uno de esos compositores que nunca deberían ser menospreciados dentro del ámbito de las banda sonoras del género de terror, y más aún después de que comenzase su estrecha relación con James Wan y la productora Blumhouse Pictures. Desde entonces su música ha ido creciendo, incorporando más texturas y más elementos dramáticos para proporcionar una mayor profundidad y convertirla en algo más que una simple música ambiental.
Cuando hablamos de partituras creadas sobre todo para el género del terror, el mayor problema que nos encontramos es que dentro de los confines de la película suelen funcionar muy bien para amplificar los típicos sustos inesperados o resaltar la tensión de una determinada escena, pero en el preciso momento en el que las escuchas fuera de ese entorno se convierten en meros sonidos ambientales, con pistas muy parecidas entre sí y difícilmente destacables. En el caso de The Prodigy, Bishara tiende a hacer un trabajo que no difiere mucho de sus anteriores composiciones, pero es cierto que integra una sencilla e inquietante nana infantil que sirve de hilo conductor del resto del álbum y se convierte en el corazón de la partitura. De hecho, el personaje infantil, y el villano de la historia, la tararea varias veces a lo largo del metraje ayudando mucho a recordarla después de su audición.
A parte de esto, otro gran acierto de Bishara en esta banda sonora es que desde un primer instante la música recrea a la perfección la sensación de tensión que están viviendo los personajes y nunca te permite caer en una falsa sensación de seguridad, por mucho que las imágenes se empeñen en mostrar una inocencia infantil que no es tal. Es cierto que Bishara utiliza algunas pistas más melancólicas y suaves para atenuar la tensión general para permitir que los oyentes tomen algo de respiro pero en seguida regresa a los aspectos más oscuros y atonales de la partitura e incluso esa melodía infantil evoluciona a medida que profundizamos en la trama y se convierte, si cabe, en aún más siniestra y sobrecogedora.
Así que, teniendo en cuenta que este es definitivamente un álbum que funciona mejor dentro de los límites de la película que como una pieza en solitario, ya que está diseñada para mejorar los sustos en la pantalla antes que nada, el conjunto de la partitura resulta más que recomendable.