Título original: Monster (USA, 2008) Color, 86 mins.
Director: Eric Forsberg
Reparto: Erin Evans, Sarah Lieving, Justin L. Jones, Jennifer Kim
Típico subproducto pensado para el mercado directo al vídeo, salido de la factoría de la productora de bajo presupuesto The Asylum. Una curiosa compañía de producción y distribución cinematográfica cuyo éxito se debe fundamentalmente a la producción de mockbusters, parodias de filmes con mucho más presupuesto y generalmente de grandes distribuidoras que los espectadores esperan que sean de peor calidad pero especialmente divertidas. En esta ocasión se toma como referencia la película Monstruoso (2008) del director Matt Reeves, llegando incluso a estrenar este mockbuster tan solo tres días después de que Monstruoso apareciese en los cines.
Ambientada en Tokyo, a la que podríamos llamar la “capital de las invasiones de monstruos colosales”, cuenta la historia de dos cineastas americanas que se encuentran filmando un documental sobre el cambio climático cuando la ciudad es sacudida por un brutal terremoto producido por una gigantesca criatura que al parecer vive en el subsuelo. El caos y el pánico se apodera de las calles mientras tratan de huir de los estragos causados por la criatura.
Decir que Monster, escrita y dirigida por Eric Forsberg, un nombre habitual en las producciones de The Asylum, es una copia de la película de Matt Reeves es quedarse corto, pues tiene la estructura y el guión prácticamente idénticos. Aunque en beneficio del film de Fosberg cabría decir que en su caso sí parece que está filmada por un cámara inexperto con material casero, no profesional. Pero la escasez de presupuesto vuelve, una vez más, a lastrar una película que con un poquito más de empeño económico hubiese resultado más efectiva.
A parte de esto, la interpretación está por encima de la media habitual de The Asylum, en especial Sarah Lieving, otro nombre habitual en films de bajo presupuesto y generalmente asociado al director Leigh Scott, como The Hitchhiker (2007) o Frankenstein Reborn (2005) . Una pena que por culpa de un guión casi inexistente y lleno de inconsistencias, como ese deseo de las protagonistas de que su grabación sea un éxito en Youtube a pesar de que la historia tenga lugar en 2003 y la popular web de alojamiento de vídeos no se crease hasta 2005.
En definitiva, una película que técnicamente resulta muy superior a la media de producciones de The Asylum pero que fracasa estrepitosamente a la hora de ser mínimamente entretenida, condición sine qua non para que un mockbuster de este tipo funcione con los espectadores.