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Imagen por cortesía de © Sony Pictures Releasing

#CriticadeMiedo

Escape Room

Modernización de conceptos ya expuestos en films como «Cube (1997)» y «Saw (2004)», ambas infinitamente más interesantes, que entretiene y aburre por igual gracias a la acumulación de clichés y a la poco inspirada interpretación. Recomendable solo para aficionados y despistados

Título original: Escape Room (USA/RSA, 2019) Color, 99 mins.
Director: Adam Robitel
Reparto: Taylor Russell, Logan Miller, Deborah Ann Woll, Jay Ellis

★★✰✰ Escape Room (2019) on IMDb


Las escape rooms o atracciones de fugas son juegos de aventura que se popularizaron a principios del s. XXI, creados por primera vez en Japón por un conocido director de anime y que se basan fuertemente en conceptos ya vistos en los videojuegos del género de aventuras gráficas, como Maniac Mansion (Lucasfilm Games, 1987), donde los personajes tiene que escapar de una mansión controlada por un simbionte extraterrestre a base de resolver acertijos, antes de caer en las garras de los moradores de la casa. O en el cine, con películas como Cube (1997) o Saw (2004) .

Desde luego, esta no es la primera película que trata directamente el fenómeno de las escape rooms, al menos cuento otras dos filmadas con anterioridad y con las que comparte temática y título (no hay mucho que añadir en el departamento de la originalidad en este aspecto). De hecho, incluso la filmada en 2017 por el director novel Peter Dukes, resultaba más emocionante que este thriller psicológico amplificado con abundantes elementos de cine de terror.

Adam Robitel es un director conocido por la mucho más interesante La posesión de Deborah Logan (2014) o Insidious. La última llave (2018) y en esta película nos presenta una historia donde seis extraños con pasados traumatizantes son misteriosamente invitados a probar una escape room en Chicago con el pretexto de que el ganador recibirá un premio de 10.000$. En un principio, la dirección de Robitel resulta lo suficientemente inspirada y la película contiene los giros y sustos adecuados para mantener al espectador atado a su asiento durante al menos los primeros cincuenta o sesenta minutos. Además, la acción entra en faena muy rápido y no decae durante esa primera hora. Después de eso, bueno, después de eso llega el desenlace y todo se derrumba como un frágil castillo de naipes, por cuanto las pobres explicaciones que se dan difícilmente están a la altura y terminan por dejar una sensación ciertamente decepcionante comparada con lo que prometía el resto de la película.

En definitiva, a pesar de toda la tensión y el atractivo del principio, Escape Room es incapaz de sacudirse de encima los artificios sobre los que se encuentra construida la trama y finalmente se entrega a giros endebles y a cansinas revelaciones, altamente predecibles para aquellos espectadores que hayan mantenido los ojos bien abiertos y un mínimo de atención durante la historia. Si a esto se le suma el desenlace desconcertante y simplista pues el resultado final es un bastante flojo. Regresando a las viejas aventuras gráficas que inspiraron a Escape Room, me gusta pensar en esta película como si fuera uno de esos niveles donde tenías que huir lo más rápido posible mientras todo se derrumbaba a tu alrededor y creo que si hubiese dejado de ver esta película antes de los últimos diez minutos finales, donde todo se desmorona alrededor de la trama, me hubiese quedado un mejor recuerdo. Con todo, tiene la suficiente acción y los sustos bien colocados como para entretener una buena parte de su duración.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.