Título original: Nancy Drew (EEUU, 2019) Color, 18 episodios
Creador: Noga Landau, Stephanie Savage, Josh Schwartz
Reparto: Kennedy McMann, Leah Lewis, Scott Wolf, Riley Smith
Nancy Drew es el personaje de una popular saga literaria creada por el escritor Edward Stratemeyer en los años 30, que trataba sobre una adolescente aficionada a las novelas de detectives, que investigaba los misterios de una pequeña localidad del interior norteamericano, llamada River Heights. A lo largo de los años, el personaje literario ha ido evolucionando, desde la niña audaz y repipi, a una adolescente más madura que usa teléfono móvil y conduce un coche híbrido, y es en esta última en la que parece fijarse la historia de la nueva serie de televisión distribuida por el canal The CW Channel.
Como ya hiciera con Riverdale (TV, 2017—2020) y Archie, otro personaje tremendamente popular de la cultura norteamericana, The CW moderniza el personaje de Stratemeyer y lo enmarca en un ficticio universo contemporáneo, repleto de universitarios atractivos y exitosos, incluso en su descripción de marginados, que nunca parecen tener que trabajar y cuando lo hacen es para montar una fiesta en un restaurante o arreglar el coche descapotable a la chica que les gusta, mientras investigan una misteriosa muerte de su pasado y lidian con una presencia fantasmal, que parece empeñada en poner un poco de terror en el tedio generalizado, a base de apariciones pensadas únicamente para provocar sobresaltos de baratillo.
Aparte del enfoque de drama de suspense sobrenatural, la serie cuenta con una serie de personajes estereotipados que abarcan todo el elenco de adolescentes modernos: el marginado, el chico guapo y popular, la chica diferente y víctima de bullying, la socialité insustancial, etc. Interpretados por un reparto muy irregular donde Kennedy McMann se convierte en una Nancy Drew inaguantable, con una sospechosa e improbable afición a entrar ilegalmente en los sitios y salirse con la suya, y Leah Lewis interpreta a una joven marginal con tendencia a moverse como si estuviese recibiendo descargas eléctricas todo el rato. Mientras, los actores adultos como Scott Wolf, Adam Beach o Martin Donovan, tampoco lo hacen mucho mejor.
En definitiva, una insustancial modernización de un cliché de la cultura norteamericana que intenta imitar el éxito de otra modernización igualmente insustancial como Riverdale, mientras trata de amplificar su atractivo inyectándose unas dosis de terror edulcorado. Y que quizás pueda interesar a algún adolescente aburrido, que tan solo busque matar el tiempo observando a un puñado de universitarios molones pero vacíos, y poco más. Aunque, bien pensado, si le echamos un vistazo a la Generación Z y su adicción a observar constantemente a través de las redes sociales, las vidas inventadas de otras personas, para imitarlas a continuación de manera indiscriminada, igual la propuesta de Nancy Drew no sea tan descabellada.