Título original: Abgeschnitten (GER, 2018) Color, 132 mins.
Director: Christian Alvart
Reparto: Moritz Bleibtreu, Jasna Fritzi Bauer, Lars Eidinger, Fahri Yardim
Inspirándose en la novela homónima de Michael Tsokos y Sebastian Fitzek, el realizador alemán Christian Alvart construye una imitación más o menos eficaz de las fórmulas del thriller de asesinos en serie norteamericano donde un médico forense se encuentra un macabro hallazgo en el interior de un cadáver que significará el comienzo de la desesperada búsqueda de su hija, secuestrada por un violador en serie recién salido de prisión, con la única ayuda de una joven maltratada y con el archipiélago de Heligoland azotado por una terrible tormenta como escenario.
Descarnadamente violento y misógino, y con un estilo visual muy cercano a los filmes de suspense psicológico de serie B de la década de los noventa como Secuestrada (1993) de George Sluizer o La sombra de la noche (1997) de Ole Bornedal, de los cuales toma algunos conceptos, Cut Off está meticulosamente construido para que la celeridad de la acción y la truculencia de sus imágenes no den lugar a ningún tipo de respiro y ofrezca un par de giros inesperados que mantengan a la audiencia enganchada. También para que nadie se cuestione las motivaciones de los personajes y el dudoso mensaje social sobre los peligros de la resocialización de los depredadores sexuales.
Tanto Christian Alvart, un viejo conocido por los aficionados al horror germánico por títulos como Antikörper: El ángel de la oscuridad (2005) o Pandorum (2006) , como Moritz Bleibtreu, prolífico actor germano que se dio a conocer junto a Franca Potente en Corre, Lola corre (1998) de Tom Tykwer y vimos en Guerra Mundial Z (2013) , se mueven como pez en el agua en las vertiginosas aguas del thriller puro y duro. De hecho, Alvart juega inteligentemente con las apariencias y con la realidad en la historia. La joven que ayuda al protagonista huye de su novio maltratador pero en realidad lo que la coloca en la situación más peligrosa para ella es la broma pesada de dos borrachos de bar. Del mismo modo, aquello que persigue el forense y que le lleva a tener un comportamiento descontrolado, casi suicida, quizás no sea lo que parezca.
Obviando los numerosos agujeros de su complicado argumento, con giros que parecen estar ahí porque sí y que no encajan realmente con el resto de la trama o los personajes, qué duda cabe que Cut Off es un film efectista como pocos, pero al que no le sienta demasiado bien las obsesiones nihilistas de su director, ni tampoco la familiar sensación de que lo que sucede en pantalla ya lo hemos visto con anterioridad. Tiene serios defectos, es cierto, incluso por momentos parece un poco un capítulo hípermusculado de la serie C.S.I (TV, 2000–2015) , pero es una película de suspense con suficientes elementos de horror como para atraer a la mayoría de los espectadores que busquen emociones fuertes y mantenerlos pegados a la pantalla.