Título original: Curon (ITA, 2020) Color, 7 episodios.
Creador: Ezio Abbate, Ivano Fachin, Giovanni Galassi, Tommaso Matano
Reparto: Luca Lionello, Federico Russo, Margherita Morchio, Valeria Bilello
Curon es una serie italiana de intriga con elementos terroríficos cuyo argumento gira en torno a una madre y sus dos hijos gemelos que regresan al su pueblo natal, donde tendrá que enfrentarse a los secretos de su pasado y a una amenaza mucho más siniestra.
Emitida por Netflix, Curon contaba a priori con todos los elementos necesarios para posicionarse como una de las series de terror más interesantes de 2020. Su atmósfera gótica de maldiciones ancestrales, combinada con una premisa que recuerda a otras tramas más ambiciosas como Nosotros (2019) de Jordan Peele y evidentes reminiscencias a El Resplandor (1980) , hacían presagiar un buen puñado de momentos terroríficos.
Desgraciadamente, nada de esto sucede. Saltando de una escena a otra sin apenas cohesión, la historia de Curon transcurre por un abrir de líneas narrativas que luego son olvidadas, para pasar a la siguiente, sin más. La supuesta maldición de la familia, el tono folclórico de terror rural que se aprecia en la escena de la procesión de máscaras, el origen de esos doppelgängers asesinos que representan tus pensamientos opuestos. Todo ello es dejado sin explicación, por mor de unos unidimensionales protagonistas adolescentes, carentes de cualquier tipo de carisma. Y es que Curon hace un mejor trabajo planteando nuevos misterios que resolviendolos.
Creada por Ezio Abbate, Ivano Fachin, Giovanni Galassi y Tommaso Matano, Curon parecía querer diseñar todo un imaginario fantástico en torno al pueblo sumergido por las aguas de un pantano artificial y del que tan solo se vislumbra la ominosa torre de su campanario. Muchos lugares de la geografía europea tienen paisajes similares y un buen puñado de supersticiones y leyendas construido en torno a ellos. Pero, nada más lejos de la realidad, pues el decepcionante guión, plagado de inconsistencias y situaciones estereotipadas, prefiere centrarse en las relaciones de los adolescentes y en el tono del drama juvenil, en vez ahondar en los elementos sobrenaturales y misteriosos más propios del terror.
“También te sucederá a ti”, le dice su madre a la protagonista, en el episodio primero, como un funesto presagio de que esta serie no iba a cosechar el éxito que se le vaticinaba. Con todo, la serie cuenta con un excelente trabajo de producción, donde la escenografía y la cinematografía en general juegan un papel narrativo fundamental a base de una simbología algo tosca pero muy efectiva, como las imágenes que involucran lobos o la procesión nocturna, mitad religiosa, mitad pagana, con la figura de un siniestro Diablo danzando frente a las llamas, al mismo tiempo que uno de los personajes es agredido por un doppelgänger.
Desafortunadamente, Curon es solo otra de esas series de televisión, que muestran un destello de potencial descomunal pero que no logran convertirlo en nada medianamente interesante.