Título original: Lisey’s Story (USA/CHI, TV Series 2021) Color, 8 episodes 50 mins.
Director: Pablo Larraín
Reparto: Julianne Moore, Clive Owen, Jennifer Jason Leigh, Joan Allen
La enésima adaptación de una novela de Stephen King llega en forma de miniserie producida por Apple TV+ y dirigida por el chileno Pablo Larraín, un director nada acostumbrado a lidiar con el género terrorífico, para contar una historia que reflexiona sobre el legado dejado por los escritores cuando éstos desaparecen y la manera en la que los fans reaccionarían ante la abrupta interrupción de aquello que tanto idolatran.
Tras la muerte de un popular escritor de novelas de fantasía, su viuda trata de poner en orden su vida, mientras decide qué va a hacer con el material inédito de su marido. Desgraciadamente para ella, un fanático demente no va a permitir que los libros y papeles del escritor queden enterrados en anónimas cajas de cartón y hará todo lo que sea para impedirlo.
Adaptada por el propio Stephen King, La historia de Lisey se desenvuelve a través de numerosos saltos de tiempo y en torno a un único personaje principal, la viuda del escritor magistralmente interpretada por Julianne Moore, cuyo tumultuoso mundo interior se representa en forma de macabros recuerdos y explorando un mundo fantástico que ha servido tanto como fuente de inspiración a la obra de su difunto marido, como lugar de fuga de una realidad intolerablemente dolorosa.
Con un reparto magistral, completado por Clive Owen, Jennifer Jason Leigh o Joan Allen, La historia de Lisey es un drama de terror sólido y sofisticado, donde las diferentes capas de la frondosa novela de Stephen King quedan reflejadas de manera fiel, pero quizás algo alargadas y repetitivas para encajar en los ocho episodios que componen la serie. Así, la segunda mitad de la historia se siente algo empantanada por escenas interminables que rompen la línea narrativa, implacablemente repetitiva, que resultan innecesariamente confusas.
Aquí es, sin embargo, donde sale al rescate la maravillosa fotografía de Darius Khondji, preñada de un lenguaje visual totémico que imprime a las imágenes una belleza pictórica casi sobrenatural, cuya paleta de colores contrasta adecuadamente el mundo real del fantástico. Al igual que los pensamientos agitados de la protagonista, los anaranjados colores del otoño de Maine están en constante conflicto con los brumosos y sombríos tonos del mundo onírico. Y, por encima de todos ellos, el rojo de ese sol de otro mundo, iluminando un daliniano paisaje, surrealista y etéreo.
Para algunos espectadores, puede que La historia de Lisey no resulte lo suficientemente aterradora, la dirección de Larraín flojea especialmente en los momentos en los que tiene que dar más miedo, pero el pedigrí de su reparto y su equipo técnico resultan reclamos suficientes para que cualquier aficionado a la obra de Stephen King se acerque a esta miniserie con las expectativas bien altas. Y no quedarán decepcionados.