Título original: Fear Street: 1978 (USA/CAN, 2018) Color, 109 mins.
Director: Leigh Janiak
Reparto: Sadie Sink, Emily Rudd, Ted Sutherland, Gillian Jacobs
Continuación de la trilogía inspirada en la colección de libros de R.L. Stine auspiciada por la plataforma Netflix y bajo la batuta de la directora Leigh Janiak, que ahonda en la historia presentada en la primera parte sobre dos comunidades extrañamente ligadas por una maldición ancestral y que traslada la acción a la década de los 70, cuando un grupo de adolescentes que pasan las vacaciones en un campamento de verano son masacrados por un monitor poseído por el espíritu de una bruja vengativa.
La calle del terror – Parte 2: 1978 vuelve a homenajear al subgénero slasher, esta vez centrada en las décadas de su máximo esplendor, y a utilizar numerosas referencias cinematográficas para prosperar en su historia. Con aspecto formal de corte clásico, esta película se deleita tanto en el gore, como en ofrecer emociones más fuertes que su predecesora ambientada en los noventa. Lo mejor es que parece desprenderse con habilidad de los artificios habituales del género para introducir ese concepto de mal sobrenatural que se repite a través de los años y que no fue capaz de esbozar con claridad La calle del terror – Parte 1: 1994 crítica. Si en ésta, toda la acción desarrollada en pantalla se sentía como una consecuencia de situaciones desafortunadas, ahora sí que se percibe la presencia de un destino implacable y cruel del que no se puede escapar.
Janiak dirige un episodio intermedio más oscuro y más reflexivo. Mientras el planteamiento de la Parte 1 giraba alrededor del ritmo acelerado y superficial, ocultador de las numerosas cuestiones narrativas, la historia de La calle del terror – Parte 2: 1978 presenta unos personajes más complejos, gracias sin duda a la apreciada interpretación de Sadie Sink, curiosa conexión con el otro gran homenaje del cine fantástico de los 80 como es Stranger Things (Serie TV, 2016– ) , a quien acompaña a la perfección un televisivo Ted Sutherland, descubierto por los aficionados al terror, por su aparición en The Walking Dead: World Beyond (Serie TV, 2020–2021) . Y el resto de protagonistas Ryan Simpkins Hangman (2015) , Gillian Jacobs The Box (La caja) (2009) , Drew Scheid La noche de Halloween (2018) , todos ellos rostros muy jóvenes pero no completamente desconocidos a los fanáticos. Acertadamente, Janiak se preocupa de dar profundidad a los nuevos personajes, incluso cuando la mayoría de ellos van a acabar hechos picadillo por el asesino psicópata o solo vayan a estar presentes únicamente en esta parte.
Dicho esto, quizás el único inconveniente de esta película es la pérdida de frescura y de gracia, qué duda cabe de que la referencia de Scream (Vigila quién llama) (1996) es más agradecida que la seria y terrorífica Viernes 13 (1980) , pero Leigh Janiak sabe arriesgar más y sentirse menos obligada a su propia fórmula revival. Buena muestra de ello es ese salto tan radical de estilo, del terror urbano al campamento sangriento, con el que la directora trata de caer en la repetición y la previsibilidad. Cambia la ambientación, cambian los cánones, cambian los protagonistas. Lo mejor es que cuando la sangre comienza a brotar, no hay quien la pare, y el número de muertes de este capítulo es mucho mayor que en la película anterior.
En resumidas cuentas, este segundo capítulo de la trilogía confirma que Janiak sabe rodar un film terrorífico condenadamente bueno, que deslumbra por su solidez. Y que, si bien nunca llegar a igualar o superar los méritos de los films que toma como referencia, situado entre el pastiche y la réplica, tampoco da la sensación de que sea esto lo que se pretende. La calle del terror – Parte 2: 1978 avanza con identidad propia y se permite incluso variar el ritmo de la trilogía sin que se sienta perjudicada por ello, sino todo lo contrario. Ahora solo cabe esperar al último capítulo y desear que esté a la altura de sus predecesoras. De conseguirlo, estaremos ante el evento terrorífico cinematográfico más atinado del siglo XXI.