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Imagen por cortesía de © Showtime | Movistar Plus

#SeriesdeMiedo

Yellowjackets

Una de las producciones televisivas más ambiciosas del año, exitosamente recibida por la crítica y los espectadores, que propone una efectista y truculenta mezcla de géneros que oscilan entre el drama de supervivencia, el terror sangriento y el cine de adolescentes, muy en la línea del clásico El señor de las moscas de William Golding, en cuanto al desmantelamiento progresivo de los atavismos de la civilización, que consigue parecer más sólida de lo que realmente es, gracias a un reparto eficaz y una buena puesta en escena, a pesar de que, por momentos, se siente gratuita y algo forzada.

Título original: Yellowjackets (USA, TV Series 2021– ) Color 10 episodes, 60 mins.
Creadores: Ashley Lyle, Bart Nickerson
Reparto: Melanie Lynskey, Tawny Cypress, Ella Purnell, Sophie Nélisse

★★★✰ Yellowjackets (2021) on IMDb


En plena competencia entre los canales de suscripción y las plataformas de vídeo bajo demanda por repartirse la audiencia doméstica y obtener la próxima serie televisiva exitosa, el canal Showtime, el cual ya había obtenido algún reconocimiento entre los aficionados al género gracias a Dexter (TV Series, 2006–2013) , propone una hábil mezcla de géneros que gira en torno a una historia con reminiscencias de la adaptación cinematográfica de El señor de las moscas (1963) , dirigida por Peter Brook y ¡Viven! (1993) de Frank Marshall, cuando un equipo de fútbol femenino que se dirige a jugar un partido de la Liga Nacional sufre un accidente aéreo en medio de las Montañas Rocosas canadienses y tiene que sobrevivir a la brutalidad del entorno y la escasez de alimentos, mientras esperan ser rescatadas.

Creada por Ashley Lyle y Bart Nickerson, dos productores que ya colaboraron juntos en otra fructífera serie como Narcos (TV Series, 2015–2017) , Yellowjackets prácticamente parte de la misma premisa argumental del film de Peter Brook, exponiendo de manera efectista y ultra sangrienta cuán cerca se encuentran los ciudadanos, expuestos a un proceso de desmantelamiento progresivo de las normas de la civilización, de abandonar los atavismos sociales y caer en el barbarismo. El catalizador es similar al de la novela original de William Golding, pero también al de la popular historia real de supervivencia ocurrida en 1972 donde un equipo de rugby uruguayo tiene que recurrir al canibalismo para sobrevivir en las altas cumbres heladas de Los Andes. Por supuesto, Yellowjackets no es tan tremendista como el film de Brook, ni tan heroica como el de Marshall, el descenso hacia el barbarismo y la destrucción caníbal es aderezado con cierto sustrato paranoico subyacente en una de las supervivientes que permite introducir elementos de un folk horror entre misterioso y mesiánico, tan de moda estos días, y algunos destellos sobrenaturales con ínfulas de El proyecto de la bruja de Blair (1999) de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez.

Ashley Lyle y Bart Nickerson buscan el efectismo sobre todas las cosas, tanto que a menudo se olvidan que la solidez narrativa es el primer paso para obtener un producto de calidad. Como consecuencia de ello, tenemos una historia coral, narrada mediante saltos temporales entre el pasado y el presente, donde los personajes van apareciendo y desapareciendo bajo la discreción caprichosa de un guión con algunas lagunas y demasiada gratuidad en algunos momentos, donde el mensaje de empoderamiento feminista se pierde bajo los numerosos clichés de sus personajes: la loca, la pareja de lesbianas, la marimandona, la modosita con garras, etc. y, sobre todo, esa paradigmática competitividad tan masculina que subyace entre ellas, orientada a hacerse con el reconocimiento y la popularidad entre el grupo. En Yellowjackets el crisol de conceptos funciona hasta cierto punto, los demasiados misterios que plantea y no todos resueltos con la misma fluidez, terminan por hacer que la trama avance de manera forzada y se olvide del más importante de todos: quién sobrevive y por qué.

Yellowjackets se sustenta, sobre todo, en un reparto más que eficaz, aunque también repleto de interpretaciones estereotipadas: el desdén en los ojos de niña rica de Ella Purnell, la actitud de introspectiva de su amiga del alma (Sophie Nélisse), la candidez de ama de casa de Melanie Lynskey y la exageración gesticular de Juliette Lewis, por ejemplo. Sin embargo, donde sí se aprecia una soberbia construcción interpretativa es en el dúo formado por la brillante Samantha Hanratty, interpretando a la chica excluida que ansía pertenecer, y su versión adulta interpretada por Christina Ricci, quien transporta a la perfección los gestos y el lenguaje corporal de Hanratty.

En resumen, tras un primer episodio magistral rodado por Karyn Kusama, a quien debemos esa oda al angst femenino adolescente que fue Jennifer’s Body (2009) , Yellowjackets es un truculento y sangriento ejercicio de terror de supervivencia con toques de humor negro y drama de adolescentes, que desciende un poco en la intensidad de los siguientes episodios, aunque sabe ofrecer las pinceladas necesarias para mantener la atención bien elevada, pero se sostiene sobre el buen hacer interpretativo de su reparto. Toda una sorpresa para el final del año, que de haberse estrenado con anterioridad hubiese aparecido en casi todas las listas sobre las mejores series de horror del año, sin ninguna duda.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.