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Imagen por cortesía de © IFC Films | Selecta Visión

#CriticadeMiedo

Cuando acecha la maldad

Parábola oscura y visceral que toma como base el terror rural y el subgénero de posesiones demoníacas, abordado desde una perspectiva única, para narrar una historia en clave de horror que ahonda en la vulnerabilidad de las zonas rurales frente al centralismo de la sociedad moderna. Con la presencia de un mal infeccioso e inexorable que no da respiro y la ruptura de los tabúes habituales del cine de terror más convencional.

Título original: Cuando acecha la maldad (ARG/USA, 2023) Color, 99 mins.
Director: Demián Rugna
Reparto: Ezequiel Rodríguez, Demián Salomón, Silvina Sabater, Luis Ziembrowski

★★★✰✰ When Evil Lurks (2023) on IMDb


El pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges deparó a sus espectadores una contundente película argentina que retoma los postulados de aquel Nuevo Extremismo francés de principios del siglo XXI. Este movimiento, disruptivo en el género de terror y el cine de autor, buscaba conmover al espectador a través de películas que favorecían las parábolas oscuras y realistas sobre personas de clases trabajadoras enfrentadas a situaciones explícitamente violentas, frente a la estética hollywoodense de terror coreografiado y demasiado explicativo. Ejemplos como Alta tensión (2003) de Alexandre Aja o Frontera(s) (2007) de Xavier Gens, trasladaban además sus historias a entornos rurales donde los protagonistas se hallaban solos y desamparados antes el mal.

Escrita y dirigida por el bonaerense Demián Rugna, ya reconocido por la crítica especializada con Aterrados (2017) , una película de horror que exploraba la esencia del mal y su fatalista influencia en la psique colectiva de un barrio de Buenos Aires y que, en términos conceptuales y tonales guarda similitudes con su última producción. Cuando acecha la maldad ha sido distinguida con el Premio a la Mejor Película en Sitges, convirtiéndose en la primera producción latinoamericana en ganar este prestigioso certamen. Su estreno en las salas de cine españolas está programado para el próximo 19 de enero.

Con una historia implacable que no escatima en gore y escenas impactantes, desafiando algunos tabúes del actual panorama terrorífico convencional, Rugna narra la historia de dos hermanos, interpretados por Ezequiel Rodríguez y Demián Salomón, viven y trabajan en una remota región del interior de la Provincia de Buenos Aires. Un día, al escuchar disparos en la noche, descubren que el hijo mayor de su vecina está infectado por una entidad demoníaca que se gesta en su interior y que, cuando salga de su cuerpo, desatará el infierno donde viven. Determinados a alejar el mal de sus tierras, los hermanos Yazurlo trasladan al infectado o “embichado”, como se le llama en la película, a kilómetros de distancia, sin imaginar que esto solo agravará la tragedia que intentan evitar.

Cuando acecha la maldad propone una representación sorprendente de la posesión demoníaca como una enfermedad infecciosa, en la que no cuesta mucho encontrar ecos de lo vivido durante la trágica pandemia de COVID-19 en las áreas rurales argentinas y en las de buena parte del mundo. Estas regiones, ampliamente despobladas y desabastecidas por gobiernos centralizados en las capitales, vieron a sus habitantes enfrentarse a la tragedia solos y desamparados. Extrayendo de sí mismos tanto su potencial humano para ayudarse como esa naturaleza malvada que acecha en el interior de todas las personas. Demián Rugna utiliza esta premisa para establecer la base de la película. En un momento dado, todas las personas pueden ser héroes o villanos. El terrateniente del pueblo (Luis Ziembrowski), despectivo hacia el infectado, a quien llama el “podrido”, solo se preocupa por el valor de sus tierras y busca deshacerse del problema. Mientras que los hermanos Yazurlo lo hacen simplemente por miedo.

Es cierto que el mal que desencadena toda la historia es externo, de origen incierto pero claramente religioso, y no se manifiesta de una manera evidente. Sin embargo, cuando lo hace, los personajes creados por Rugna buscan sobrevivir a toda costa. Y, aunque existen reglas que deben seguir, las olvidan o las incumplen debido al miedo o a esa naturaleza malvada que surge en situaciones desesperadas. Además, una vez infectados, todos ellos son capaces de actos de una crueldad horripilante, sin importar si se trata de una mujer embarazada o una niña inocente.

Una vez que Cuando acecha la maldad introduce el elemento maligno que da nombre al título y los hermanos deciden huir de sus tierras, el relato se convierte en un frenético viaje en busca de la salvación. Sin embargo, los errores continuados del hermano mayor convierten esta búsqueda en una agonía interminable. Es en esta parte, donde nos enfrentamos a las escenas más impactantes, una sucesión de retablos terroríficos que sacuden al espectador implacablemente, sin darle lugar al respiro. Enfocados desde una perspectiva cercana al realismo, o a esa representación exacta de cómo Demián Rugna concibe el desarrollo de los acontecimientos, caen en un fatalismo difícil de ignorar. Los hermanos Yazurlo chocan inexorablemente, casi torpemente, con todos los obstáculos durante su huida, sumiendo al espectador en la misma sensación de pesadilla frente a un mal que resulta inevitable.

La tercera parte y el desenlace de la película son donde la historia de Rugna muestra notablemente signos de estancamiento. Posiblemente influenciado por la necesidad de ampliar las reglas impuestas a sus personajes, el guion de Rugna comienza a diluirse en explicaciones poco concretas. Especialmente en lo que respecta al aspecto religioso o místico del mal infeccioso, evidenciado en la introducción de personajes poco desarrollados o excesivamente estereotipados, como la antigua exorcista o “limpiadora” (Silvina Sabater), y sus oscuros artilugios esotéricos cuyo origen y utilidad nunca se aclaran adecuadamente. En un papel que parece ser una repetición del papel interpretado por Elvira Onetto en “Aterrados”. Además, la enrevesada trama tiende a abandonar a algunos personajes principales durante largos periodos, perdiendo así el interés del espectador sobre ellos. Y, cuando vuelven, sus acciones parecen caprichosas, como si solo estuvieran ahí para servir de carne fresca para la “tabla de carnicero”.

Donde acecha la maldad es una película contundente que no deja títere con cabeza y Demián Rugna aporta ideas frescas al género de posesiones demoníacas y al terror rural. Aunque, lo que realmente hace que resulte tan terrorífica es la poderosa sensación de inevitabilidad que transmite. La película es, en realidad, una serie de decisiones trágicas tomadas por los personajes que les conducen a su perdición. Es cierto que, en ocasiones, puede volverse algo burda y confusa, la entidad demoníaca es extraña en su comportamiento y sus habilidades, y se sustituyen un montón de reglas del terror de manera atropellada, pues algunas de las nuevas apenas parecen tener sentido. Sin embargo, la tensión construida por Rugna es opresiva e implacable y, cuando llega el precipitado final con su dudoso mensaje, ya ha dejado su huella; si no para siempre, sí para una buena temporada.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.