#CriticadeMiedo

Hay algo en el granero

Película de terror navideño, de ritmo desentonado, que podría haberse mejorado con un enfoque más equilibrado entre comedia y horror. Además, cuenta con una primera mitad lenta y poco atractiva que, para cuando se desata la frenética invasión del hogar en la segunda mitad, consigue alcanzar una diversión aceptable pero muy afectada por el confuso tono tragicómico y una narrativa algo infantil.

Título original: There’s Something in the Barn (NOR/FIN, 2023) Color, 100 mins.
Director: Magnus Martens
Reparto: Martin Starr, Amrita Acharia, Kiran Shah, Zoe Winter-Hansen

★★✰✰✰

Tras el éxito de algunas producciones noruegas de terror como Rare Exports. Un cuento gamberro de Navidad (2010) y los slashers O’Hellige Jul! (2013) y Juleblod (2017) , todas ellas ambientadas en la Navidad, el director noruego Magnus Martens, reconocido por su trabajo en el ámbito televisivo, presentó en el Festival de Sitges una comedia terrorífica que podría ser considerada una reimaginación de la premisa planteada por Joe Dante en la clásica Gremlins (1984) . La película, de alguna manera, también recuerda a Unwelcome (2022) crítica, ambas pertenecientes a ese subgénero del horror que se centra en pequeños seres malignos, como duendes, gnomos o hadas, que suelen reaccionar violentamente ante quienes perturban sus costumbres.

Cuando el padre de una familia californiana hereda una vieja granja en las remotas montañas de Noruega, decide mudarse con su familia para convertirla en un hotel rural. Sin embargo, desconocen que en el granero reside una criatura enraizada en el folclore local con la que tendrán que convivir. Todo se complica cuando violan las reglas de convivencia impuestas por el ser, desatando una violenta lucha por la supervivencia en la que solo uno podrá salir victorioso.

Con la pretensión de aunar la comedia navideña familiar con toques de terror y de invasión del hogar, Magnus Martens se apoya en los recursos cómicos del elenco, liderado por Martin Starr y la actriz nepalí Amrita Acharia, como los esforzados padres de familia norteamericanos que se meten en líos en un país cuyas costumbres desconocen. El contrapunto pintoresco lo añade un «nisee», básicamente un gnomo de jardín con muy mal carácter, interpretado por Kiran Shah. Pero lo malo es que el guion de Aleksander Kirkwood Brown no les da mucho con lo que trabajar, ni desarrollar sus personajes, por lo que todo resulta muy plano y superficial.

El tono irregular y el ritmo desequilibrado que Magnus Martens imprime a la película no ayudan al espectador a tomarla demasiado en serio. Además, las interacciones entre los miembros de la familia, especialmente el cliché amor/odio maternofilial entre la hija adolescente (Zoe Winther-Hansen) y Amrita Acharia, resultan muy predecibles y parecen ser simplemente un relleno hasta que se desarrolla la parte más sangrienta de la trama, una vez que se rompen las tres reglas básicas impuestas por el gnomo del granero: no encender luces brillantes, evitar ruidos estruendosos y no cambiar nada en el granero.

Si bien, el nivel de humor conseguido en Hay algo en el granero no alcanza el tono divertido adecuado como para entretener durante la primera mitad, es en la segunda donde se consigue una cierta diversión, aunque muy alejada de algo medianamente aterrador. Cuando las cosas se descontrolan y los ingenuos norteamericanos incumplen las reglas, Magnus Martens lleva la película hacia una espiral de violencia que se habría beneficiado de una dosis mayor de hemoglobina y de menos comedia infantil. A pesar de esto, hay algunas escenas alegremente sangrientas que merecen su mención, aunque sin exagerar, y se incluyen algunos chistes culturales aceptables sobre estereotipos y prejuicios nacionalistas norteamericanos.

Al final, Hay algo en el granero termina siendo una película mediocre y tremendamente olvidable, que parece carecer de claridad sobre su audiencia objetivo. No logra alcanzar el nivel de la comedia familiar como lo hizo Gremlins, ni tampoco se adentra lo suficiente en el terror como Krampus: Maldita Navidad (2015) , otra película de horror navideño donde un niño despierta la ira de una criatura fantástica propia del folclore del norte de Europa, dirigida por Michael Dougherty. Como aclara uno de los protagonistas en algún momento: «Esto es Noruega, nunca pasa nada malo aquí». Ni en la película, donde tampoco sucede nada realmente destacable.