Título original: Hellboy (USA/GB/BUL, 2019) Color, 120 mins.
Director: Neil Marshall
Reparto: David Harbour, Milla Jovovich, Ian McShane, Brian Gleeson
Tercera adaptación a la gran pantalla del universo de terror fantástico creado por Mike Mignola alrededor de la figura de un demonio mal encarado y bebedor que protege a la humanidad de amenazas sobrenaturales, más cercana a la versión de los cómics de Dark Horse pero decididamente más monótona y menos imaginativa que las anteriores adaptaciones de Guillermo del Toro.
Que el británico Neil Marshall no es Guillermo del Toro es una obviedad que no tarda demasiado en hacerse evidente desde que un insulso prólogo en blanco y negro, relatado por la fastidiosa voz en off de un narrador desconocido, insinúa la ejecución a manos del mismísimo Rey Arturo de una malvada bruja empeñada en desatar una plaga mortal en Inglaterra, interpretada sin mucha convicción por Milla Jovovich. A partir de aquí, Marshall se empeña demasiado en imitar la vis cómica del original de Mignola, sin estar del todo a gusto con ella, y termina por rodar algo más parecido a una caricatura impropia del autor de películas tan interesantes como The Descent (2005) o Dog Soldiers (2002) . A pesar de todo, Neil Marshall aún es capaz de mostrar al espectador pinceladas de su verdadera esencia, aquí y allá, y especialmente en la aparición estelar de una vieja conocida: Baba Yaga. La poderosa bruja, enemiga ancestral del personaje, que ahora aparece tuerta y retorcida, pero buscando venganza a cualquier precio.
En definitiva, Hellboy es un intento fallido de revitalizar una saga de culto entre los aficionados del género, mermada por una estética visual poco inspirada y un guión repleto de incoherencias, que bien hubiese necesitado haberle dado una vuelta más, antes de ser aprobado para convertirse en un film con garantías.