Título original: Salinjaui gieokbeob (KOR, 2017) Color, 98 mins.
Director: Shin-yeon Won
Reparto: Kyung-gu Sol, Nam-gil Kim, Seol-Hyun Kim, Seok-jeong Hwang
Combinar el thriller con el cine de terror surcoreano es siempre una buena fórmula para garantizar una película cuanto menos interesante. El realizador Shin-yeon Won adapta a la gran pantalla una exitosa novela de Kim Young-Ha sobre un asesino en serie retirado que sufre de Alzheimer y su particular cara a cara con otro asesino en serie, con el que se topa tras un accidente de coche, y que ha elegido como su próxima víctima a la hija del protagonista. A partir de este momento, con una estructura narrativa que recuerda demasiado a Memento (USA, 2000) , comienza una confusa carrera contrarreloj para salvar a la indefensa muchacha y, al mismo tiempo, luchar contra el implacable avance de su enfermedad.
No he hablado de la magistral película de Christopher Nolan en vano, dado que aquí también nos encontramos a un narrador de la historia poco fiable y un relato de los hechos a golpe de situaciones reveladoras, que vuelven a ser olvidadas por el caduco asesino para ser retomadas más adelante, con continuos saltos en el tiempo y sutiles cambios de lo que hemos visto anteriormente. De este modo, el director Shin-yeon Won mantiene la mayor parte de la tensión de la historia y hace partícipe al espectador de la misma confusión que sufre el protagonista. La intriga entonces no está tanto en cómo va a salvar a su hija sino si lo que recuerda es real o adulterado por sus problemas de memoria. El único problema quizás es que esta fórmula es utilizada hasta la extenuación y resulta algo monótona, aunque lo cierto es que para cuando el espectador empieza a sentir el aburrimiento, Shin-yeon Won lo sumerge de lleno en un desenlace final lleno de violencia y gore, sin darle mucho tiempo para desconectarse de la trama.
Con un trabajo de fotografía soberbio, que nos transporta de los verdes intensos de un bosque de bambú al crudo contraste de una carretera nevada con la precisión de un metrónomo, Memorias de un Asesino es un thriller de terror intenso salpicado de giros, que a menudo obligan al espectador a hacer un examen más detenido de lo que está viendo y no siempre resultan demasiado creíbles, pero cuyo resultado final es mucho más que aceptable.