#CriticadeMiedo

Dementia 13

Abominable y poco imaginativo remake de un tempranero y casi desconocido film de Francis Ford Coppola que, lejos de homenajear o expandir la premisa de la película original, contribuye a exacerbar los errores de su predecesora: guión confuso, sustos de baratillo.

Título original: Dementia 13 (USA, 2017) Color, 83 mins
Director: Richard LeMay
Reparto: Julia Campanelli, Channing Pickett, Ana Isabelle, Marianne Noscheze

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50 años más tarde del estreno de Dementia 13 (1963) de Francis Ford Coppola, el director Richard LeMay presenta este inesperado remake que fusiona conceptos tan dispares como el slasher y el terror gótico en una nueva historia más actual pero aderezada con los mismos ingredientes que el film del original, el castillo fantasmagórico y algo rancio, la matriarca severa y eternamente enlutada, etc.

La versión del 63 se trató de la típica producción de Roger Corman, un director y productor especializado en películas de bajo presupuesto, famoso por dar sus primeras oportunidades a algunos de los directores más importantes de la próxima generación como el propio Coppola, Martin Scorsese, Jonathan Demme o James Cameron, por citar algunos. Corman trataba de aprovecharse del éxito cosechado por Psicosis (1960) y para ello encargó a un jovencísimo Francis Ford Coppola la dirección de un slasher con tintes sobrenaturales sobre una viuda que pretende adueñarse con la fortuna familiar, mientras un misterioso asesino armado con un hacha la convierte en el blanco de sus ansias homicidas. Los guionistas Dan DeFilippo y Justin Smith retoman este concepto y añaden algunos más de su cosecha, aunque básicamente están dirigidos a elevar el número de muertes y a cambiar la identidad del asesino original. Todos los demás elementos son comunes: el prólogo en el lago, el cuadro en la sala de estar del castillo, etc.

El único acierto, sin embargo, de Dementia 13 se encuentra, sobre todo, en la maravillosa cinematografía de Pau Niccolls, un fotógrafo capaz de convertir en sugerente un escenario por lo demás totalmente prosaico. Bajo su cuidada mirada, el castillo y sus alrededores se vuelven tan hermosos como inquietantes y premonitorios. Además, recurre a ciertos ángulos de cámara menos convencionales para sugerir el tono sobrenatural de la historia. Algo que cuando funciona, funciona excelentemente.

Y digo cuando funciona, porque desgraciadamente el resto de la película es bastante cansino y rutinario. Con un guión confuso, repleto de indecisiones que no ayudan, la historia cambia de tono slasher al tono sobrenatural sin ton, ni son, dejando en el espectador la sensación de que sus escritores no parecían tener nada claro qué querían contar. Los acontecimientos simplemente se suceden unos a otros, pero sin una ilación realmente atractiva que enganche al espectador. Es evidente que LeMay tiene buen ojo para el terror y hace lo mejor que puede con el guión que tiene entre manos, pero lamentablemente no es suficiente.

Dementia 13 no es una película de terror realmente mala, pero tampoco es una muy buena. Tiene sus momentos, claro, pero todo es demasiado confuso para que termine de funcionar como se esperaba. Por cierto, que tampoco es que el original de Coppola sea como para perder la cabeza, y los mismos errores que cometiera el entonces novato director, los comete Richard LeMay medio siglo más tarde. Lo cual no dice mucho a su favor, la verdad.