Título original: Downrange (USA/JAP, 2017) Color, 90 mins.
Director: Ryûhei Kitamura
Reparto: Kelly Connaire, Stephanie Pearson, Rod Hernandez, Anthony Kirlew
Blanco Perfecto (Downrange) es una de esas películas que no dejan indiferentes a crítica y público y que tienen tantos detractores como defensores a ultranza. Tras pasar por los festivales especializados del género de Sitges y Molins de Rei en 2017, la película ultra gore de Ryûhei Kitamura la película de estrenó finalmente en España en mayo de 2018, un año más tarde, distribuida por A Contracorriente Films.
Que Ryûhei Kitamura es un especialista en generar emociones fuertes en el espectador no es una novedad, sus anteriores incursiones en el género como El vagón de la muerte (2008) o Nadie vive (2012) , así lo demuestran. Y Blanco Perfecto (Downrange) no es una excepción. Con una historia que mezcla conceptos del subgénero de supervivencia y el de terror de carretera, donde un grupo de amigos quedan detenidos en el arcén de una carretera desierta por culpa de un pinchazo para descubrir que dicho pinchazo no es sino el blanco de un misterioso francotirador asesino que los convierte en sus nuevas víctimas, Kitamura mantiene la tensión y el interés buena parte del metraje. Además, resulta destacable la habilidad de Kitamura de rodar una película enormemente claustrofóbica en un escenario de espacio abierto.
Un guión sencillo, un único escenario, un buen puñado de víctimas y gore, mucho gore. Todos ellos son tropos habituales del cine de Kitamura, como el concepto de supervivencia, eje sobre el que se balancea toda la historia. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para sobrevivir? Los personajes de Kitamura, al parecer, cualquier cosa. Aunque ello signifique condenarse a sí mismos.
Blanco Perfecto (Downrange) no es una película para todos los gustos, aquellos que busquen guiones elaborados y multicapas, o no tengan el estómago a prueba de balas (perdonad el chiste fácil), más vale que se mantengan a cierta distancia de esta película. Lo mismo si están interesados en unos personajes profundos, interpretados con intensidad. Desafortunadamente, el reparto seleccionado por Ryûhei Kitamura para su película deja mucho que desear y sus interpretaciones resultan planas y sin mucha convicción. Siendo honesto, tampoco es que el material proporcionado sea el más desarrollado, una o dos vueltas no le vendría mal, y sus diálogos tienen tanta abundancia de tópicos que parecen un manual de lo que no debería escribirse en un guión medianamente original. Con todo altamente recomendable para los aficionados al género y al ultra gore, en general.