Título original: The Hunt (USA, 2020) Color, 90 mins.
Director: Craig Zobel
Reparto: Betty Gilpin, Hilary Swank, Wayne Duvall, Amy Madigan
De la mano de Blumhouse y Universal Pictures nos llega esta sátira terrorífica que se mueve entre el subgénero de supervivencia y el splatter más exagerado y que trata de modernizar la premisa argumental del clásico El Conde Zaroff (1932) , donde un grupo de supervivientes de un naufragio se convierten en las víctimas de una cacería humana organizada por un aristócrata.
En La caza (The Hunt), no hay aristócratas, ni naufragios, pero sí ese mismo grupo de personas inocentes que se convierten de manera involuntaria en presas cuando despiertan de repente en medio de un prado, en ninguna parte, y comienzan a ser asesinados indiscriminadamente sin motivo alguno. A partir de ese momento, se inicia una huída desesperada para sobrevivir con resultados más que nefastos para la mayoría de ellos.
La caza (The Hunt) está dirigida por Craig Zobel, un director poco conocido cuya tarjeta de presentación se compone básicamente de dos películas desconocidas para el gran público: la descarnada y misantrópica Compliance (2012) y Z for Zachariah (2015). Aquí, Zobel no llega tan lejos como en Compliance, pero presenta una historia igual de retorcida. Si en el thriller de 2012, basado en una historia real, nos mostraba qué estaban dispuestos a hacer los ciudadanos corrientes por obtener justicia; en La caza (The Hunt), nos propone algo más delicado: la posición que adoptamos como individuos frente al comportamiento y la opinión de los demás y nuestra reacción cuando alguien nos humilla o nos agrede a través del distanciamiento de las redes sociales.
Con varias fases bien diferenciadas, el guión de La caza (The Hunt) no tiene un planteamiento muy original que digamos. Es básicamente una suerte de Battle Royale (2000) entre personas de diferentes posiciones sociales e ideológicas, que se reduce aún más en sus primeros compases a una serie de escenas de gore absurdo y sorprendentes cambios del foco protagonista, hasta que aparece en pantalla la actriz Betty Gilpin. Gilpin interpreta a la víctima equivocada, una especie de Rambo femenino que se rebela contra sus acosadores y los va eliminando uno a uno, hasta que sus brutales esfuerzos por sobrevivir la conducen hasta la responsable de la cacería, Hilary Swank, y a una batalla final hiperviolenta. Lástima que entre el extravagante primer acto y el desmadrado desenlace, sus tramos intermedios no sean tan efectivos y no estén a la altura.
En definitiva, La caza (The Hunt) es una divertida sátira sanguinolenta de la cultura de la cancelación y de la diferente vara de medir que muestra una buena parte de la sociedad a la hora de emitir sus juicios de valor, que en su forma puede parecer una prima cercana a películas como The Purge: La noche de las bestias (2013) , pero su contenido tiene una pegada de mayor impacto que la película de James DeMonaco.