Título original: A Quiet Place Part II (USA, 2020) Color, 97 mins.
Director: John Krasinski
Reparto: Emily Blunt, Cillian Murphy, Millicent Simmonds, Noah Jupe
Mezclando de manera sólida una historia de terror con la esencia de un drama familiar, el director y actor John Krasinski repite éxito con esta intensa secuela que continúa la historia exactamente donde se quedó en la anterior y además introduce uno de los prólogos más impactantes de este año, donde los miembros de una familia modelo norteamericana se ven envueltos en el caos y el terror que siembra la inesperada llegada a su ciudad de unas criaturas aterradoras que se guían por medio de la ecolocalización; es decir, por medio del sonido.
Si bien es cierto que Un lugar tranquilo 2 no es muy original que digamos, incluso su imponente prólogo tiene reminiscencias spielbergianas de La guerra de los mundos (2005) o incluso de la magistral El amanecer de los muertos (2004) de Zack Snyder. Sin embargo, John Krasinski demuestra una habilidad excepcional para provocar el susto, en este caso a través del manejo de los artificios del sonido y, por qué no decirlo, de la ausencia de este. Recurriendo a una doble línea argumental implantada de manera astuta desde el prólogo, donde ya se separa por primera vez la familia protagonista, con la facción llamémosle intrépida por un lado y por el otro la más dependiente, Krasinski aborda las situaciones de tensión de una manera más directa y eficiente, enfrentando a la familia a peligros cada vez más apremiantes bajo la forma de esas criaturas de espeluzno con dientes afilados e intenciones del todo desconocidas, pues más allá de exterminar a todo bicho ruidoso, tampoco se ofrece mayor explicación.
Quizás este enfoque de ser una mera continuación sin ofrecer una nueva narrativa, sea el punto débil de Un lugar tranquilo 2. Puesto que, aunque se encuentra a la altura de la primera entrega, se siente como una expansión de la historia original, sin grandes alardes, que se queda en un punto intermedio entre lo emotivo y lo aterrador. Algo, por otra parte, muy raro de observar en una secuela, siempre obligadas a ofrecer más que sus predecesoras. Krasinski vuelve a utilizar los mismos artificios, como recurrir al dolor para comprometer el silencio y, por tanto, la seguridad de los personajes o los primeros planos de ojos despavoridos y manos en la boca para reprimir el grito, en vez de experimentar con ellos. No hay nada claramente novedoso, ni nada especialmente original. Aunque, igual que sucediera con la terrorífica escena del parto de la primera parte, para el recuerdo quede ese angustioso prólogo de altura.
En resumen, Un lugar tranquilo 2 es una secuela sólida que nunca pierde de vista los elementos que confirieron una enorme efectividad a su predecesora. Para empezar cuenta con buena parte del reparto original, además de la brillante incorporación de Cillian Murphy, como contrapunto a la siempre eficaz Emily Blunt. Resulta continuista con ese concepto de una civilización arrasada por unas criaturas feroces e implacables donde el silencio es equivalencia a supervivencia y el acabado visual prevalece por encima de una historia cuya verosimilitud flaquea en algunos momentos y donde la suspensión de la incredulidad se traduce situaciones de tensión sensorial ejecutadas a la perfección, pero que sin embargo resultan un tanto reiterativas con respecto a la primera entrega. En pocas palabras, una secuela digna y de una pulcritud formal que embelesa.