Título original: Kolskaya sverhglubokaya (RUS, 2020) Color, 115 mins.
Director: Arseny Syukhin
Reparto: Milena Radulovic, Sergey Ivanyuk, Nikolay Kovbas, Vadim Demchog
Presentada en la pasada 53 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, la opera prima del guionista y realizador Arseny Syukhin es un film de ciencia ficción terrorífica ambientado en el Pozo de Kola, una excavación de más de 12.000 metros de profundidad realizada por la Unión Soviética entre las décadas 70 y 80 con la intención de estudiar la corteza terrestre. Este exótico escenario proporciona la ambientación perfecta para contar la historia de una brillante epidemióloga rusa que es enviada al Pozo de Kola para investigar un misterioso brote vírico que ha obligado a la evacuación de la estación científica y tratar de recuperar toda la información científica posible.
Estrenada casi al mismo tiempo que Sputnik (2020) crítica, The Superdeep es un esfuerzo interesante por parte de la cinematografía rusa de explotar comercialmente las convenciones del género fantaterrorífico y su proyección en las nuevas plataformas de vídeo bajo demanda, a costa de amalgamar un buen puñado de situaciones extraídas de la estupenda La Cosa (1982) de John Carpenter con otras tantas de films como Virus (1999) de John Bruno o Harbinger Down (2015) de Alec Gillis, donde el diseño de sus monstruos también tiene esa esencia híbrida de grotesco rompecabezas humano. Con una trama argumental enormemente predecible y unos diálogos ridículamente malos, repletos del galimatías patriótico habitual en el cine ruso, Arseny Syukhin hace verdaderos malabarismos para encontrar alguna novedad genuina entre tanto estereotipo del cine de monstruos y laboratorios: batas blancas, luces rojas y alarmas de emergencia, personajes arrastrándose en la oscuridad perseguidos por la criatura de turno.
En sus dos primeros tercios, The Superdeep tiene el clásico formato de las películas de terror fantacientíficas, aunque como hiciera John Carpenter traslada el escenario espacial propio de este tipo de historias a un paisaje más terrenal pero igualmente claustrofóbico, abriendo la historia con una secuencia extraída literalmente del film de Carpenter. Eso sí, sustituyendo el gamberrismo innato del antihéroe interpretado por Kurt Russell con la frialdad hierática de Milena Radulovic, una desconocida actriz serbia que sorprendentemente además coescribe el guión junto al propio director y el productor Sergey Torchilin, que a medida que avanza la confusa trama se convierte en heroína por méritos propios. Al final, esta elección por parte de Syukhin resulta inteligente y, sin mostrar su mano, va construyendo una atmósfera de suspense aceptable hasta la conclusión, cuando aparece la criatura por primera vez, y la protagonista tiene que tirar de redaños e ingenio para sobrevivir.
The Superdeep resulta, en su mayoría, una película algo tediosa y sin mucho sentido. Los efectos especiales, sin embargo, son más que decentes y su utilización, sin abusar demasiado, muy adecuada. Además, los momentos al más puro estilo body horror del desenlace suben muchos enteros la calidad del conjunto. Lástima que solo hagan su aparición en el tramo final. Como curiosidad cabe destacar que fue rodada originalmente en inglés, sin duda pensada para ser distribuida internacionalmente a través del mercado del vídeo bajo demanda, pero posteriormente fue doblada al inglés en postproducción; probablemente porque los acentos de los actores rusos no sean los más adecuados.