#CriticadeMiedo

Filme de fantasía oscura que trata de subvertir los códigos propios del subgénero de «princesas prometidas» combinándolo con los de un filme de terror survival. Dirigido por el español Juan Carlos Fresnadillo, cuenta además con un estupendo plantel de actores, totalmente desaprovechado por un guion subdesarrollado y un pésimo trabajo de ambientación. A pesar de todo, logra entretener lo suficiente y presenta algunas escenas terroríficas que resultarán deliciosamente inesperadas, incluso para los amantes del horror.

Título original: Damsel (USA, 2024) Color, 110 mins.
Director: Juan Carlos Fresnadillo
Reparto: Millie Bobby Brown, Ray Winstone, Angela Bassett, Robin Wright

★★★✰✰

Dentro del vasto género de la fantasía, tanto en la literatura como en el cine, encontramos un subgénero conocido como Dark Fantasy o fantasía oscura. Este subgénero invita a explorar los mundos mágicos característicos de la fantasía, pero con un enfoque más siniestro y misterioso. Combinando los elementos habituales del género fantástico con tintes propios del horror, como la presencia de atmósferas sombrías y criaturas sobrenaturales. En estas narrativas, los personajes típicos de la fantasía se ven amenazados por fuerzas que trascienden su comprensión como seres humanos.

En el ámbito cinematográfico, las películas de fantasía oscura se valen de la iluminación, la música y la dirección artística para crear experiencias más cercanas al horror que a la magia. Sus historias suelen adoptar una perspectiva más humana, donde la magia y lo sobrenatural sirven para cuestionar temas como la naturaleza humana o la realidad en la que vivimos. Aunque resulta complicado categorizar estas películas dentro de un conjunto definitorio de tropos, dado que a menudo se incluyen tanto en guías audiovisuales de terror como de fantasía, existen algunos ejemplos notables como Sleepy Hollow (1999) dirigida por Tim Burton, El pacto de los lobos (Le pacte des loups, 2001) , El laberinto del Fauno (2006) de Guillermo del Toro, Gretel y Hansen (Gretel & Hansel, 2020) , entre otros.

Continuando con la línea de las películas mencionadas, Damsel, la última producción de la plataforma Netflix, basada en una novela homónima de Evelyn Skye y dirigida por el tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo, nos sumerge en una fantasía medieval de dragones, princesas prometidas y reinas malvadas, que se torna muy oscura y, sobre todo, claustrofóbica, especialmente después de su edulcorada primera mitad.

La trama de Damsel sigue a Elodie (Millie Bobby Brown), la hija mayor de una noble familia norteña que está pasando penurias económicas y que para solventarlas es prometida de conveniencia al heredero del reino de Aurea, un lejano y próspero lugar que puede asegurar la salvación de su familia. Sin embargo, su nuevo y fastuoso hogar, esconde un antiguo secreto que pondrá en peligro su vida y la de sus seres queridos, cuando Elodie descubrirá que su boda es en realidad un engaño y que está destinada a ser sacrificada a un sanguinario dragón.

En primer lugar, resulta muy difícil encasillar a Damsel únicamente como una película de fantasía medieval. Si bien es cierto que su primera mitad es un arquetípico ejemplo de ese tipo de historias, el cuento de hadas toma un giro inesperado una vez que se revela el giro narrativo (no demasiado sorprendente, puesto que ya se desvela en el propio material promocional de la plataforma) y la princesa Elodie es arrojada al abismo para convertirse en alimento de dragones. En este punto, el gran acierto de Fresnadillo consiste en convertir la película en una típica y estilizada película de monstruos y todo un tour de force de supervivencia subterránea.

Juan Carlos Fresnadillo es un director que se desenvuelve con maestría en el género del terror. Con películas como 28 semanas después (28 Weeks Later, 2007) o Intruders (2011) , su habilidad para crear tensión y situaciones aterradoras está más que asegurada. Como en el subgénero de películas survival, Elodie tiene que recurrir a todo su ingenio y su valor para sobrevivir a una muerte segura, perseguida implacablemente por un aterrador dragón que escupe fuego líquido. El cruel juego del gato y el ratón entre la joven y la bestia está hábilmente resuelto y cuenta con efectos visuales que desempeñan un papel clave para generar el debido impacto. Sin embargo, es una lástima que el guion decida dar voz al dragón, con la voz de Shohreh Aghdashloo, conocida por su papel en Renfield (2023) crítica, lo cual resta una buena parte de su potencial para asustar.

Además de contar con una trama predecible y escasas sorpresas, que la hacen parecer más una versión suavizada de «Barba Azul» que un cuento de hadas, el principal problema al que se enfrenta Damsel radica en la toma de decisiones narrativas poco acertadas o desarrolladas de manera ineficaz, que la convierten en una película de fantasía oscura que no logra funcionar adecuadamente ni como filme de fantasía ni como propuesta de terror de supervivencia. Junto al error de humanizar a la bestia, dotándola de la capacidad de hablar y restándola fiereza, la fantasmagórica aparición de otras damiselas sacrificadas o la ceremonia con lugareños enmascarados apenas tienen impacto, debido a la falta de profundización. Tampoco ayuda la artificialidad de muchos de los escenarios, ya sea por el uso excesivo de CGI en los fondos, que en algunos casos resulta notablemente evidente, o por las iluminaciones irreales llenas de fosforescencias cegadoras, donde la oscuridad y las sombras hubieran sido más apropiadas.

En cuanto al elenco, destaca Millie Bobby Brown, una de las actrices fetiche de la contemporánea generación Z, quien abandona su imagen infantil para mostrar una notable madurez interpretativa y cargarse a las espaldas todo el bagaje dramático de la película, en un papel de vulnerable «damisela en apuros» que evoluciona y decide valerse por sí misma en lugar de depender de un salvador. Se suma así a la lista de heroínas que rechazan aceptar un destino mortal a manos de criaturas asesinas, ejemplarizada en películas como Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979) , El Monstruo (The Monster, 2016) de Bryan Bertino, o incluso The Descent (2005) de Neil Marshall, todas ambientadas en entornos claustrofóbicos y con poderosos personajes femeninos. Además, Bobby Brown está respaldada por artistas de renombre como Robin Wright, Angela Bassett y Ray Winstone. Es una lástima que el guion no dedique el tiempo necesario para desarrollar sus personajes, ni para otorgarle matices al mundo en el que existen.

En definitiva, Damsel es un oscuro cuento de hadas revisionista, cuyo mayor acierto radica en transformar el tropo de la princesa prometida en una estilizada película de terror survival. Sin embargo, su subdesarrollado guion se encuentra repleto de clichés subvertidos, más como respuesta a los códigos progresistas contemporáneos (reparto inclusivo, mensaje antipatriarcal, etc.) que como solución para hacer la trama más interesante. Esto dificulta que la película tenga un impacto significativo. A pesar de ello, Damsel logra entretener lo suficiente y presenta algunas escenas terroríficas que resultarán deliciosamente inesperadas, incluso para los amantes del horror.