Título original: Xue Sha: Horror Shark (CHN, 2020) Color, 76 mins.
Director: Wang Liang
Reparto: Fang Lishen, Zhou WeiTong, Wen DongJun, Tara Clance
Por si no fuera suficiente con la saga Sharknado (2013) y su ejército de imitaciones, ahora las productoras asiáticas se suman a la moda de los mockbusters con esta ínfima producción china directa a las plataformas de streaming que tan solo pretende aprovechar la estela de películas como Megalodón (2018) y ofrecer una película de calidad muy inferior a la media, tanto en medios como en interpretaciones, que no tiene ningún reparo en masacrar el argumento de Deep Blue Sea (1999) , sobre una profesora de biotecnología encargada de alterar genéticamente la población de tiburones blancos de un acuario de investigación marina y con ello garantizar la continuidad de la especie, sin saber que los numerosos experimentos genéticos realizados sobre los tiburones les ha transformado en bestias inteligentes sedientas de sangre, que tratan por todos los medios de escapar a mar abierto.
A pesar del empeño que le ponen algunos actores y del intento de llevar un ritmo elevado que intente disimular las costuras de un guión, pensado básicamente para plagiar las situaciones familiares de otras tantas películas sobre tiburones y tratar de que no se note demasiado, poco se puede resaltar de este film sin un ápice de originalidad, que se mete tan rápidamente en la acción como tan rápidamente el espectador reconoce los plagios y la pobreza de ideas.
En definitiva, insufrible cine de consumo rápido, a ser posible con el dedo en el botón de avance de escenas, fácilmente olvidable y tan pésimamente realizado que convierte en obras de arte a los mockbusters de The Asylum.