Título original: 30 Monedas (ESP, 2020– ) Color, 8 episodios, 62 mins.
Creador: Álex de la Iglesia
Reparto: Eduard Fernández, Megan Montaner, Miguel Ángel Silvestre, Macarena Gómez
Que la llegada del director bilbaíno Álex de la Iglesia al mercado de las series televisivas era algo que esperaban muchos aficionados no es ninguna novedad, que lo haya hecho con una serie de guión tan irreverente como demencial, tampoco. 30 monedas cuenta en ocho episodios de una hora de duración la historia de un sacerdote enfrentado a una secta satánica asentada en los estamentos más altos de la Iglesia Católica y que pretende reunir las monedas de plata que Judas Iscariote recibió de los Sumos Sacerdotes de Israel para traicionar a Jesús, antes de La Última Cena y que supuestamente confieren un gran poder a quien las posee.
Siguiendo la misma tónica de otras películas de Álex de la Iglesia, como Balada triste de trompeta (2010) o Las brujas de Zugarramurdi (2013) , en 30 monedas nos encontramos con una sucesión atropellada de situaciones que son abandonadas tan rápidamente como han sido propuestas. Desde un bebé monstruoso, homenaje al clásico Estoy vivo (1974) de Larry Cohen, que luego se convierte en araña gigantesca para desaparecer en la noche y no volver a ser visto jamás, pasando por ese personaje errático cuyo única utilidad, a parte de la desagradable truculencia que le rodea, es mostrarle subido a un tejado amenazando con arrojar a un bebé desde las alturas, o una misteriosa anciana que surge de la nada para colmar de maleficios el desdichado pueblo donde transcurre la acción, para luego mutarse en otra criatura arácnida y liquidarla con incomprensible prontitud. Todo ello, sin duda, toscos artificios empleados por De la Iglesia para desviar la atención del demencial argumento y sus múltiples inconsistencias.
Plagada de referencias literarias y cinematográficas, 30 monedas es un ridículo cuento de satanismo y terror gore, incomprensiblemente sobrevalorado por cierta parte de la crítica, que adolece de una historia original sobre la que sostener los desatinos narrativos. Alex de la Iglesia no deja títere con cabeza a la hora de plagiar/homenajear, según quién lo mire, desde H. P. Lovecraft a Stephen King, de La niebla (2007) de Frank Darabont a la maravillosa La Cosa (1982) de John Carpenter, pasando por la mencionada Estoy vivo y alguna que otra autoparodia. Ni uno solo de los tropos del cine de horror queda sin tocar en la coctelera demencial que es el guión de 30 monedas. Y lo mismo sucede con el casting, que más bien parece una especie de “quién es quien” del panorama interpretativo patrio que un reparto serio, con rostros tan imposibles en una producción de horror como Secun de la Rosa o Carmen Machi, continuando por Pepón Nieto, Manolo Solo, Paco Tous, Nuria González, Antonio Durán ‘Morris’ y Carlos Bardem. Todos y cada uno de ellos resultando mucho más interesantes que el esforzado trío protagonista. Con la única excepción de la siempre espléndida Macarena Gómez.
En resumen, 30 monedas resulta ser una producción muy forzada, increíblemente pobre de originalidad, que trata de conjugar todos los símbolos de meta-horror casposo, habituales en su director, en una historia absolutamente desquiciada, que quizás pueda resultar algo entretenida siempre que se siga con algo de sentido del humor, pero inequívocamente malograda por una dirección poco inspirada y muy errática. Donde lo único destacable serían algunos destellos gore, el impagable reparto de secundarios y la excepcional partitura de Roque Baños.