Título original: The Long Night (USA, 2022) Color, 91 mins.
Director: Rich Ragsdale
Reparto: Scout Taylor-Compton, Nolan Gerard Funk, Kevin Ragsdale, Deborah Kara Unger
El relativamente desconocido compositor y realizador Rich Ragsdale, quien ya trabajara junto a Scout Taylor-Compton en Ghost House (2017) , firma esta película de serie B norteamericana, abiertamente inspirada en los films de allanamientos de morada, cuya trama gira en torno a una pareja de neoyorquinos (la citada Taylor-Compton y Nolan Gerard Funk) que son acosados por los miembros de una secta pagana en un aislado rancho en el sur de los Estados Unidos.
The Long Night no es una experiencia satisfactoria. El film propuesto por Ragsdale es un modelo de terror explotado hasta la extenuación, que parte de una idea muy trillada: una casa, dos víctimas y una amenaza en forma de asesinos sin rostro que se ocultan tras máscaras siniestras (en este caso, osamentas de animales), pero que en numerosos casos funciona. Tomando como referente la genial Los extraños (2008) de Bryan Bertino, Ragsdale pretende crear una home invasion muy semejante, minimalista y claustrofóbica, donde lo importante no es la historia de fondo o los personajes, sino el sádico juego del gato y el ratón que propone. Todo ello muy loable, pero desgraciadamente fallido.
Para empezar porque, si ya el film de Bryan Bertino no descubría la pólvora, optaba por ofrecer un tratamiento sobrio y brutal de la violencia aleatoria y nihilista, sin ninguna razón aparente, mientras que aquí se introduce un elemento aclaratorio, una supuesta profecía apocalíptica, que no solo no funciona como ese giro narrativo inquietante que pretende ser, sino que, peor aún, vira hacia lo simplemente tonto. Del mismo modo, a pesar de la elegante ejecución de Rich Ragsdale y de algunas imágenes originales, ver a un puñado de figurantes vestidos con túnicas negras y cuernos y portando antorchas, más que generar una sensación de miedo, únicamente consigue inspirar el tedio más soberano, sobre todo si se abusa del plano de manera sobrada.
The Long Night es una película de terror genérica, sin apenas imaginación, que agota la paciencia con una primera mitad lenta y llena de inconsistencias. Es cierto que los protagonistas de las películas de terror no suelen ser reconocidos por sus agudas decisiones, pero resulta muy frustrante para los espectadores enfrentarse a un guión que está plagado de exasperantes personajes de escasa inteligencia. En esta, por ejemplo, hay un lumbreras (Jeff Fahey) que se acerca vociferante a un grupo de extraños en evidente actitud amenazadora y apariencia satanista, como si esperase ahuyentarlos con su impostado acento sureño. Además, tenemos literalmente un muerto en el armario, en evidente estado de descomposición, y ninguno de los protagonistas se percata del olor, a pesar de haber pasado un par de días en el lugar.
El caso es que, bien sea, por su apabullante mediocridad o, incluso, por la pobreza generalizada de las interpretaciones: en la piel de la protagonista, Scout Taylor-Compton no es capaz de sacar la más mínima empatía a su personaje, el caso es que The Long Night estropea inexorablemente cualquier posibilidad cinematográfica de su historia, y lo único que da verdaderamente miedo en esta película es la amenaza insinuada al final de que a alguien se le ocurra hacer una secuela.