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#CriticadeMiedo

Tin & Tina

Decepcionante película de suspense terrorífico sobre una pareja de niños malvados, basada en un galardonado cortometraje del propio director, que no logra cumplir con las expectativas, sobre todo debido a un guion esquemático y lleno de situaciones redundantes, donde la teatralidad de la puesta en escena y la sobreactuación del reparto lastra todo su supuesto potencial terrorífico.

Título original: Tin & Tina (ESP, 2023) Color, 119 mins.
Director: Rubin Stein
Reparto: Milena Smit, Jaime Lorente, Carlos González Morollón, Anastasia Russo

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La España de los 80 y la «natural crueldad» infantil, como la llamó Sigmund Freud a principios del siglo XX, dan origen a la ópera prima del realizador y guionista cacereño Rubin Stein, un ejercicio de suspense psicológico que amplía una idea original sobre dos niños angelicales que cometen un crimen convencidos de estar siguiendo la palabra divina, que el propio Stein filmara con el formato de cortometraje en 2013.

Siguiendo la estela de clásicos del género como La mala semilla (1956) de Mervyn LeRoy y Buenas noches, mamá (2014) de los austríacos Severin Fiala y Veronika Franz, Tin & Tina aborda el tema de la maldad infantil desde una perspectiva de thriller terrorífico, que sigue la historia de una pareja de recién casados (interpretados por Milena Smit y Jaime Lorente) que decide adoptar a dos mellizos albinos de un orfanato religioso después de que ella sufra un aborto el día de su boda. Aislados en una casa de campo, los niños comienzan a mostrar un comportamiento perturbador influenciado por su educación religiosa, lo que lleva a la madre a sospechar que sus siniestros juegos religiosos no son tan inocentes como parecen.

Con un reparto encabezado por dos rostros televisivos y una pareja de niños, maquillados como si se hubiesen escapado del plató de El pueblo de los malditos (1995) de John Carpenter, y dominada por la teatralidad de su puesta en escena, especialmente en las interpretaciones exageradas de Smit y Lorente. Tin & Tina pertenece a un subgénero que ha explorado exhaustivamente el tema de la maldad infantil desde los días de la mencionada La Mala Semilla, cuyas influencias no se quedan tan solo en la premisa argumental, pues Rubin Stein no duda en tomar prestados sin pudor algunos de sus momentos icónicos: como el clímax durante una noche de tormenta y la muerte carbonizada de cierto personaje. O, incluso, el uso de un leitmotiv musical para crear una atmósfera inquietante, que a veces resulta demasiado efectista y repetitivo.

Argumentalmente hablando, Tin & Tina alarga el concepto narrativo del cortometraje: unos niños que cometen un acto horrible mientras intercambian ingenuamente citas bíblicas, con el dilema moral de la madre y sus sentimientos de terror y culpabilidad. Pero, su guión resulta esquemático, exagerado en exceso en algunos puntos como la representación del convento y la Madre Superiora (interpretada por Teresa Rabal) o el padre desconectado que apenas se identifica con el dolor y la tristeza de su mujer. Por otro lado, se nota el esfuerzo por mostrar una puesta en escena prolija y luminosa que contrasta con la perversión y la maldad que transmiten los mellizos y que se va desvelando a medida que avanza el metraje. Lástima que, aunque Stein ahorra al espectador las escenas más cruentas, la mayoría de momentos de horror se sientan un tanto forzados y de manera poco natural.

Milena Smit en su primer papel protagonista a menudo resulta más irritante que creíble como madre atormentada y triste, que casi nunca sonríe. Su interpretación se siente, al principio al menos, demasiado genérica, lastrada por automatismos gestuales y unos diálogos en exceso expositivos que asfixian la aparición de su talento. Un talento que aparece a medida que la dinámica entre los niños y su personaje se va asentando y que encuentra la manera de mostrarse en todo su esplendor en la elaborada escena del desenlace. Por su parte, Jaime Lorente no consigue pasar su interpretación de lo meramente anecdótico y sus apariciones parecen ser una repetición de diálogos y conflictos redundantes.

En conclusión, Tin & Tina resulta decepcionantemente fallida debido a sus evidentes defectos, en particular en la narrativa y en un clímax excesivamente prolongado. Básicamente, se trata de un rutinario thriller de suspense terrorífico que carece tanto de suspense como de terror, que contiene un buen puñado de subtramas que no acaban de desarrollarse, como el débil comentario social y político sobre la España de la transición, el machismo del padre, etc., y que parece más preocupado en ejecutar técnicamente un plano secuencia que en construir los elementos necesarios para generar tensión. Además, la sobreactuación del reparto, especialmente de los dos niños protagonistas, afecta negativamente a su supuesto potencial terrorífico.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.