#CriticadeMiedo

The Demonologist

Pretencioso híbrido entre el cine de acción y horror que parece adherirse a la corriente moderna de fusionar varios géneros y tomar prestadas premisas de filmes más exitosos; cuyo mayor problema es que resultan más costosas de lo que su presupuesto le permite.

Título original: The Demonologist (USA, 2019) Color, 98 mins.
Director: J.M. Stelly
Reparto: Brian Krause, Manon Pages, Thomas Francis Murphy

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Otro híbrido entre el cine de acción y el horror que parece adherirse a la corriente moderna dentro del género de fusionar varios géneros para obtener, sobre el papel, un producto novedoso. Una regla de oro no escrita que muchos cineastas utilizan para sacar el máximo partido de sus modestos presupuestos y hacer sus producciones más atractivas. En este caso, el director y escritos J. M. Stelly fusiona tantos géneros como le sea posible, para narrar una historia sobre un detective de Nueva Orleans investiga una serie de asesinatos ritualistas que parecen haber sido cometidos por un culto satánico que tiene la intención de invocar en la Tierra a varios reyes demonios. Mientras el policía descubre que no todo en su pasado sucedió como él creía y que su familia tiene un ancestral parentesco con el propio Lucifer.

The Demonologist toma prestados demasiados elementos de otras películas mucho más interesantes como Constantine (2005) o Max Payne (2008) como para tomársela muy en serio. La premisa general es que dichos elementos son incorporados a la historia en forma estratificadamente para tratar de incrementar el interés general del conjunto. ¿Es el resultado satisfactorio? Ciertamente, no. Porque por cada nueva capa incorporada se produce exactamente el resultado contrario y, en vez de subir el drama o la tensión, se aumenta la confusión y el tedio. Por un lado, el equilibrio de la historia está desajustado y la trama le dedica demasiado tiempo a mostrarnos al policía trabajando con sus típicas motivaciones y problemas (que hemos visto cientos de veces) o pasando el tiempo en el bar junto a su veterano compañero (otro cliché más). Por otro, porque la fotografía en general parece más cercana a la de una serie televisiva tipo sitcom (sin las risas enlatadas, por supuesto) con la cámara estática, plantada frente a la acción sin apenas crear dinamismo, y los actores hieráticos intercambiando diálogos sin mucha convicción.

Y aquí llegamos a otra de las reglas de oro no escritas más populares entre las producciones modestas o de poco presupuesto: si tienes un elenco de actores desconocidos o principiantes, intenta dignificarlo con un rostro reconocible. Brian Krause es ese actor reconocible, al menos entre los aficionados al género por su papel en Sonámbulos (1992) o el moderno remake de Ed Wood’s Plan 9 (2015) . Desafortunadamente, la mayoría del tiempo, Krause se deja llevar con poco entusiasmo por las insulsas situaciones en las que se encuentra su personaje y parece aburrido en cada una de ellas.

En definitiva, The Demonologist es una de esas películas que tiene muchas más pretensiones de lo que el presupuesto le permite y lejos de hacer su historia de corte satanista más asequible y sencilla, la complica aún más con insertos de otros géneros más costosos como el cine de acción o incluso el de superhéroes. Sobre el papel, quizás tuviese el mismo potencial que las grandes producciones a las que vampiriza pero a la hora de la verdad es ciertamente aburrida e insulsa.

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