Compositor: David Arnold, Michael Price
Discográfica: Silva Screen Records ©2020
Duración: 31 canciones, 78 mins.
Supongo que componer la banda sonora de una historia tan conocida como la del Conde Drácula debe ser una tarea que de un vértigo de muerte; sobre todo si se tiene en cuenta que la oscarizada partitura que Wojciech Kilar escribiese para Francis Ford Coppola está considerada como una de las mejores composiciones cinematográficas de la historia. Lo cierto es que David Arnold no es precisamente un principiante y ya tiene experiencia en lidiar con otros personajes arquetípicos como James Bond, por ejemplo. Arnold, junto a Price, han creado una partitura exuberante con numerosos elementos románticos, pero sin ignorar esa atmósfera subyacente de aprensión que está presente a lo largo del todo el albúm. Y es que, a pesar de que las melodías resultan delicadas y muy personales, Dracula es ante todo una miniserie de terror.
Valga como ejemplo el tema principal, una composición en equilibrio entre lo contemporáneo y el goticismo que sirve de cohesión al resto de la partitura. Y sin embargo, no exenta de cierto número de sonidos disonantes e inquietantes. Un tema conmovedor y romántico, pero que también tiene interludios oscuros y siniestros. Y lo mismo se repite en el resto, donde se alterna los sonidos románticos y ligeros con los tétricos y aterradores. Porque es innegable que la banda sonora rezuma amenaza y tiene un aura tenebrosa e inquietante. Algo muy semejante a lo que consiguiera Wojciech Kilar en 1992.