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Imagen por cortesía de © 20th Century Fox | La Aventura

#CriticadeMiedo

El extraño

Uno de los mayores exponentes del cine de terror coreano, film absorbente y terrorífico, de impecable factura técnica, que desarrolla un sutil juego de ambigüedades a través de una turbadora y muy bien diferenciada galería de personajes y un dechado de control del suspense, que lleva al espectador a reflexionar sobre la raíz del mal de una manera que subvierte todas las expectativas y manipula con habilidad el misterio y las emociones fuertes, desde el pausado comienzo hasta concluir en un desenlace tan cruel como inesperado.

Título original: Gokseong (KOR, 2016) Color, 156 mins.
Director: Na Hong-jin
Reparto: Kwak Do-won, Jung-min Hwang, Jun Kunimura, Hwan-hee Kim

★★★✰ The Wailing (2016) on IMDb


Con referentes tan comerciales como 2 hermanas (2003) de Jee-woon Kim, The host (2006) de Bong Joon Ho o Train to Busan (2016) de Sang-ho Yeon, el K-Horror, término que se aplica a las películas de terror provenientes de Corea del Sur, se ha visto fortalecido en cuanto a popularidad desde el auge instaurado en occidente en la década de los 2000 por los remakes de producciones asiáticas. El coreano Na Hong-jin es un director de esa misma hornada, que se labró un cierto prestigio en el ambiente del thriller de acción con su ópera prima The Chaser (2008) y que ahora sorprende a propios y extraños cambiando totalmente de registro con su tercera película, presentada en el último Festival de Cannes 2016, aunque fuera de concurso.

Como lo fueron sus predecesoras, El extraño es un film absorbente y de impecable factura técnica, que desarrolla un sutil juego de ambigüedades a través de una perturbadora fusión de géneros y de tonos, que gira en torno al incompetente policía (Kwak Do-won) de una pequeña comunidad rural que investiga una serie de salvajes asesinatos, cuyos responsables parecen haber enloquecido repentinamente a causa de una misteriosa intoxicación por setas venenosas para después morir ellos mismos espontáneamente entre espasmos de dolor. Al mismo tiempo, la aparición de un extraño (Jun Kunimura) por los alrededores hace que los pueblerinos sospechen que es el responsable y, lo que es peor, que crean que es un espíritu maligno extranjero.

A través de una turbadora y muy bien diferenciada galería de personajes y un dechado de control del suspense y del horror, El extraño es el equivalente a un zigzagueo emocional en la gran pantalla. Una mezcolanza de situaciones perplejas y desconcertantes que llevan al espectador a reflexionar sobre la raíz del mal de una manera que subvierte todas las expectativas y manipula con habilidad casi hitchckoniana su parecer sobre lo que está viendo. Desde ese comienzo de intriga policial costumbrista, semejante al de Crónica de un asesino en serie (2003) de Bong Joon Ho, que rápidamente evoluciona hacia la variante más enigmática del misterio sobrenatural, para concluir en un desenlace tan trágico como cruelmente inesperado.

Exuberante en su despliegue visual, Na Hong-jin filma El extraño con una puesta en escena de precisión milimétrica y llena de opuesta simbología, apoyada en la excepcional fotografía de Kyung-pyo Hong, el mismo de Parásitos (2019) crítica de Bong Joon-ho, con interiores ambientados con estética tenebrista a base de sombras y luces fuertemente contrastadas, representando a las fuerzas malignas, y exteriores naturales de colores puros y muy luminosos, haciendo lo propio con el bien. Este contraste de opuestos se aprecia en la mejor secuencia del film, donde un montaje paralelo muestra a los ojos del espectador, un duelo remoto entre un chamán y el supuesto demonio, con sus propios rituales folclóricos, repletos de sonidos estridentes, vísceras y sangre. El espíritu maligno encorvado en el sombrío interior de su cabaña y el sacerdote chamanista danzando y cantando en un patio fuertemente iluminado bajo la luz de hogueras y bombillas. No es de extrañar, que dicha sensación de contraposición se aprecie también en el uso de una atmósfera opresiva reforzada con ominosos elementos climáticos insistentes como la lluvia o cielos nublados, al mismo tiempo que luminosos planos generales de montes boscosos y el lago bajo la cálida luz solar.

En este contexto de dualidad adversa, Na Hong-jin apuesta por un desarrollo expositivo pausado, que se toma su tiempo entre escena y escena, cercano a otrora gloriosos directores como Jacques Tourneur, y que le aleja definitivamente de la tendencia actual a la sobre explicación narrativa y de apresurarse de una situación a otra sin apenas respiro para el espectador. De este modo, El extraño permite pasar de un cambio de tono a otro, desde el humor ligero a la perversidad del alma malvada, de la mediocridad estandarizada al anti heroísmo casual, del contexto bucólico rural a la visceralidad de la violencia. De algún modo, la paciencia de Na se convierte en el principio rector que amalgama el aparente desconcierto de géneros en una obra maestra de horror absoluto e irremediable. Como muestra, durante la primera hora del metraje, Na Hong-jin se concentra más en mostrar al espectador el sadismo y la angustia sutil dejada por los asesinatos que las muertes en sí. De este modo, va paulatinamente intensificando la desolación del protagonista y por consiguiente su transformación de policía incompetente a antihéroe improvisado cuando el guión da un escalofriante giro e involucra a su propia hija.

En definitiva, un clásico indiscutible del horror coreano, de una perfección, complejidad y belleza tan escalofriantes como inagotables, articulado en torno a la eterna batalla entre el Bien y el Mal pero con el foco puesto fundamentalmente en el misterio de una historia repleta de continuos e inesperados giros narrativos, que construyen la tensión con inexorable parsimonia y con un sensacional sentido del crescendo dramático. Sencillamente, notable.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.