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Imagen por cortesía de © Blumhouse Productions | Universal Pictures España

#CriticadeMiedo

You Should Have Left

Discreto thriller psicológico, inspirado en una novela de Daniel Kehlmann, cuyos temas centrales giran en torno a la culpabilidad y la sempiterna ambigüedad polanskiana entre el cuento fantástico y el retrato realista de la paranoia. De atmósfera claustrofóbica, a la que no es del todo ajena la impecable labor fotográfica de Angus Hudson, repleto de manidos golpes de efecto y sostenido a duras penas por el buen hacer de su trío protagonista. Resulta menos inquietante de lo esperado.

Título original: You Should Have Left (USA/UK, 2020) Color, 93 mins.
Director: David Koepp
Reparto: Kevin Bacon, Amanda Seyfried, Avery Essex, Colin Bluemenau

★✰✰✰ You Should Have Left (2020) on IMDb


Segunda colaboración entre el director y guionista David Koepp y el actor Kevin Bacon, tras el efectista drama sobrenatural El último escalón (1999) . Y, coincidiendo con aquella, se trata una vez más de otra adaptación literaria, en este caso del escritor alemán Daniel Kehlmann, sobre un financiero y su familia que buscan pasar unos días de descanso en una moderna casa rural en Gales, donde aflorarán los traumas del escritor ocasionados por la muerte de su anterior esposa y las sospechas sobre la infidelidad de la joven sucesora. Mientras una siniestra presencia en la casa parece acecharles.

Otra víctima más de la pandemia de Covid-19, You Should Have Left se saltó su exhibición en salas de cine y pasó a estrenarse directamente en las plataformas de video bajo demanda. Afortunadamente, Blumhouse Productions acertó con ello, puesto que no pasar por los cines le sentó mejor que peor a este discreto thriller psicológico urdido por un Koepp poco inspirado, donde el aislamiento de su localización sin duda se paraleliza con el confinamiento impuesto sobre muchos espectadores, induciendo sobre ellos una cierta desazón que, de otro modo, nunca se hubiera producido.

Lo primero que sorprende de You Should Have Left es la baja calidad del guión. El cual, a pesar de lo acertadamente focalizado que está en el desarrollo meticuloso de los personajes, posee una enorme tendencia a caer en manidos golpes de efecto para generar una tensión que, por otro lado, está bien asentada en el eficaz uso de la localización principal y de la fotografía del director Angus Hudson. Y, allí donde Koepp apuesta fundamentalmente por la dirección actoral, Hudson construye una poderosa atmósfera visual a través de la composición de sus imágenes, con abundancia de los planos holandeses y los encuadres cerrados sobre los personajes.

Desgraciadamente, a medida que la película progresa, los agujeros del guión se hacen más evidentes y Koepp recurre aún más a los efectismos propios de alguien que no confía del todo en la carga psicológica de la historia y no termina de decidir qué tipo de película quiere rodar. Evidentemente, You Should Have Left es una historia moderna de casas encantadas, laberíntica y claustrofóbica, que coquetea con ciertos tropos de venganzas de ultratumba hacia el final, pero sin mucha convicción. Al mismo tiempo, es un thriller psicológico de personajes, donde se baraja la posibilidad de que el personaje principal, interpretado por Kevin Bacon, sufra un episodio paranoico instigado por la culpa. La ambigüedad polanskiana entre el relato realista de la paranoia y el cuento fantástico, así como las reminiscencias a El resplandor (1980) de Stanley Kubrick son más que evidentes. El elemento clave en este sentido es el hecho de que la supuesta casa embrujada no solo impone sus propios demonios, sino que de alguna manera atrae los que ya tienen quienes la habitan, dándoles forma en las profundidades de sus oscuros corredores.

En definitiva, un thriller psicológico que resulta menos inquietante de lo esperado y donde la monotonía y el ritmo lento del guión terminan por ahogar la excelente labor atmosférica y las más que adecuadas interpretaciones de su terceto protagonista, donde brilla con luz propia, sobre todo, la jovencísima Avery Essex. Y donde Kevin Bacon se limita a ofrecer su sutil descenso a los infiernos que ya nos mostrase en El último escalón o en El hombre sin sombra (2004) de Paul Verhoeven.




terrorbit
terrorbit
Escritor y amante de cine de terror. Superfan de las películas de zombies, cuantos más zombies, mejor. Desde mis ojos, cuatro décadas viendo cine de terror os contemplan.